“Trabajamos arduamente con un sólo objetivo que es evitar el ingreso ilegal de Buques extranjeros al Mar Argentino. Si ingresan los vamos a capturar”, decía, vehemente, hace pocos días atrás el subsecretario de Pesca y Acuicultura de La Nación, Dr. Carlos Liberman.
Fue en la ceremonia de recibimiento del último de los cuatro patrulleros oceánicos (OPV) comprados a un astillero privado francés a precio exorbitante, para amedrentar a los barcos chinos que depredan nuestras especies migratorias en el límite de la milla 201, pero muchas veces un par de millas menos.
Mientras en muchos de los medios se refleja la impresionante imagen de esa enorme ciudad luminosa y flotante que se burla al borde de la ZEE, las cuatro OPV de Liberman, las cuatro, ni una menos, reposan silenciosas una junto a la otra en la base Naval de Mar del Plata.
La foto que ilustra este artículo fue tomada este viernes 29 de julio a las 11:12 de la mañana. Pero quien la tomó, confirmó a Agenda Malvinas que allí permanecen amarradas desde hace varias semanas. Siempre las cuatro.
El subsecretario había hablado también del Comando Conjunto Marítimo, que integran las cuatro embarcaciones, cuya misión es “proteger los intereses de nuestro país en el mar. Un comando que tiene como misión central la vigilancia y el control de nuestros recursos marítimos para que no haya incursiones ilegales en aguas de jurisdicción nacional”. Tal vez el funcionario presuma que la sola y lejana presencia de los buques inertes en el muelle, provocará tal susto a los chinos que decidirán desistir de sus prácticas ilegales y descontroladas. Una manera muy económica de cumplir la “misión central”.
¿En serio Sr. Subsecretario de Pesca @carlos_liberman los 4 patrulleros oceánicos controlando el mar? Hoy y casi todos los días los 4 patrulleros oceánicos Bouchard, Piedrabuena, Storni y Cordero amarrados en la base Naval (29/7/2022 9 horas). https://t.co/1WNFSoK3Or
— César Lerena (@CesarALerena) July 29, 2022
También Liberman enfatizó que, en 2020, el presidente Alberto Fernández creó una “Mesa Interministerial de Trabajo”, integrada por Defensa, Seguridad, Agricultura, Ganadería y Pesca, Relaciones Exteriores y Jefatura de Gabinete, para “coordinar y profundizar el control de la Zona Económica Exclusiva Argentina”. Con el mismo criterio, se espera la difusión de la foto de esa mesa -no hace falta que estén los funcionarios, sólo el mueble-, para que los chinos se enteren de la que les espera si se siguen portando así de mal.
Así de ridícula, así de irrisoria es la política nacional de defensa y protección de nuestros recursos naturales. Así de inexistente, de ausente, es el programa de control y vigilancia marítima de nuestras fuerzas navales.
Eso sí, las autoridades máximas de la Armada no pierden ni un minuto ni ceden un centímetro cuando se trata de presionar y ejercer lobby para concretar monumentales negoci(ad)os, tan suculentos en sus sospechosas cifras, como perjudiciales para las arcas públicas.
Como en el caso, sin ir más lejos del muelle, de las OPV francesas.
Las que durante la gestión de Néstor Kirchner se proyectaron construir en el astillero estatal, con mano de obra y tecnología nacional suficiente y adecuada.
Las que, ya en el período de Macri, los altos oficiales marinos prácticamente le impusieron a un permeable presidente, en desmedro de la industria local y en altísimo perjuicio económico para el Estado.
Las mismas que los funcionarios de Alberto Fernández fueron recibiendo una detrás de la otra sin chistar ni mucho menos investigar.
Las mismas que lucen nuevas, relucientes, flamantes, amarradas en la base Naval de Mar del Plata. Hacerlas a la mar para ejercer efectivamente su misión, para justificar en parte al menos el sideral gasto que provocaron, no parece estar en los planes de un gobierno que, con su Defensa y sus fuerzas armadas, hace agua por todos lados.
Fuentes:
https://twitter.com/CesarALerena/status/1552990972870643716
La Voz de Madryn
Por Agenda Malvinas
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