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El gobierno fueguino repudió que 800 argentinos no pudieran desembarcar en Malvinas

El gobernador de Tierra del Fuego Gustavo Melella, repudió que el capitán del crucero Norwegian Star impidiera que 800 argentinos desembarcaran en Malvinas a rendir homenaje a los caídos en la guerra.

22 de febrero de 2024 12:36

El Norwegian Star, amarrado en el puerto de Ushuaia, durante el verano de la presente temporada.

El gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella, repudió el incidente ocurrido el 1 de febrero último con 800 argentinos que viajaban a bordo del crucero Norwegian Star y a los que se les impidió desembarcar en las Islas Malvinas para visitar el Cementerio de Darwin y homenajear a los soldados fallecidos durante la guerra con Gran Bretaña de 1982.

El hecho fue revelado días atrás por la abogada Elizabeth Márquez, presidente de la Asociación Civil Conciencia en Unión Vida y Verdad, quien iba a bordo de la embarcación e hizo público lo ocurrido por medio de una carta abierta enviada a la prensa.

Márquez contó que el contingente de argentinos había confeccionado "260 cruces" para "honrar a los hijos de esta tierra caídos" durante el conflicto bélico y destacó como responsable al capitán del crucero, Luigi Gentile, quien prohibió el desembarco aludiendo cuestiones climáticas mientras "otros dos barcos" permitieron el descenso de pasajeros.

Melella calificó lo acontecido de "un acto tremendo del gobierno británico y de sus responsables en las Islas Malvinas", y se preguntó "qué sucedería si a un ciudadano británico no se le permitiera entrar al país con cualquier excusa. Qué repercusión tendría eso", en diálogo este lunes, con la agencia de noticias Télam.

Por ello, el jefe del Estado fueguino dijo "repudiar totalmente" lo ocurrido y solicitó a la Cancillería argentina que "se exprese con firmeza".

Por su parte, el secretario de Malvinas, Antártica, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales de la provincia, Andrés Dachary, le dijo a la misma agencia; que "más allá de la capacidad legal de las autoridades del crucero para tomar la determinación, está clara la funcionalidad que la empresa ha decidido asumir en favor de congraciarse con las pretendidas autoridades de la isla".

Para el funcionario, resulta "poco comprensible que se tomen estas acciones que, más allá de la controversia soberana, no hacen más que crispar posiciones, al impedir que un grupo de personas puedan hacer algo tan loable como honrar la memoria de los caídos en el conflicto del Atlántico Sur".

Dachary observó que "son tiempos difíciles para la cuestión de las Islas Malvinas". Y que acciones de estas características, "por más que provengan del sector privado, no hacen más que complejizar la situación; independientemente de la existencia o no de una violación contractual que han realizado la empresa respecto de los pasajeros".

La abogada Márquez, en tanto, expresó en su carta que el crucero tenía previsto llegar temprano a las islas para quedarse hasta las 16 del 1 de febrero y que muchos argentinos "no durmieron en las noches anteriores" por la emoción que los embargaba.

Márquez explicó que el día anterior el capitán comunicó por altoparlantes que había decidido cancelar la parada prevista en Malvinas "porque las condiciones climáticas no serían favorables para el desembarco".

"El comunicado generó convulsión dado que no comprendíamos como era esto posible. Comenzaron los reclamos, solicitudes de explicaciones y se cantó el himno en lo que sería el atrio del barco, corazón del mismo y espacio que es paso casi obligatorio permanente", agregó en referencia a una escena que fue grabada en video.

Con el apoyo de turistas de otras nacionalidades, entre ellos chinos, canadienses y uruguayos, el pasaje redactó una nota de reclamo y el capitán los citó a una reunión la mañana siguiente, que se llevó a cabo en el teatro del barco con una "asistencia de mil personas".

La abogada expresó que, en esa circunstancia, el capitán Gentile "cambió la explicación", al sostener que, si bien el clima no estaba mal por la mañana, "podía empeorar por la tarde"; agregando como argumento que, como "habían desembarcado los pasajeros de otros dos cruceros"; la logística del puerto tornaba imposible el traslado a tierra de tanta gente en las lanchas disponibles.

"Hubo un conflicto evidente por el cual no quisieron que bajásemos en Malvinas, donde viven cerca 2.400 personas y donde más de 800 argentinos representaban un tercio de la población (…) seríamos todos argentinos sueltos en las islas y el clima fue una buena excusa para evitar el desembarco", analizó la letrada.

 

El Norwegian Star es un crucero

Por Agenda Malvinas

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