Sus características, sobre todo su desmesurado poder de fuego, no coinciden con su supuesta misión de patrullaje y control. Una vez más, el alarde militar de las potencias utilizado para amedrentar y alinear naciones. 

Contrariando de forma flagrante y sin escrúpulos las más elementales normas de convivencia internacional, escritas y no escritas, el submarino nuclear estadounidense USS Greenville SSN 772 opera alegremente en aguas argentinas del Atlántico Sur, con el apoyo de la aviación británica. Según especula el medio Zona Militar, no es antojadizo suponer que la presencia del submarino, y su abierta difusión, consiste en un habitual “mensaje” que semejante fuerza militar pretende dejar en claro en aquellas zonas pasibles de conflictos. Ya lo hizo en el pasado desplegando el submarino USS Georgia SSGN 729 en aguas del golfo Pérsico cuando la tensión en la zona era creciente. El USS Greenville en el Atlántico Sur también podría responder a la estrategia de EE. UU. frente a la profusa actividad china en la región, principalmente buques pesqueros. También en el Pacífico buques de la US Navy suelen exhibirse en zonas “calientes” de interés comercial, en definitiva, para ellos. De hecho, en diciembre pasado la US Coast Guard envió al hemisferio Sur el moderno USCGC Stone WMSL-758, en el marco de la operación “Cruz del Sur”, para control y prevención de la pesca ilegal, no declarada ni reglamentada, principalmente ejercida por chinos. El Stone fue avalado por las armadas de Guayana, Brasil y Uruguay, pero en Argentina su presencia fue relativizada por las autoridades locales. El USS Greenville fue la penúltima unidad en entrar en servicio de los 62 submarinos de ataque rápido de la clase Los Ángeles (denominados 688) comprados por EE.UU. entre 1979 y 1990. En cuanto a su poder de fuego, cuenta con cuatro tubos lanzatorpedos de 21 pulgadas que disparan los 26 torpedos Mk 48/Mk 50, misiles de crucero UGM-109 Tomahawk y anti-buque UGM-84 Harpoon. Se le incorporó además 12 tubos adicionales del sistema de lanzamiento vertical (VLS) en la proa, que le permite transportar y lanzar 12 misiles Tomahawk adicionales. Esto redunda en una capacidad de equiparse con una cabeza nuclear de hasta 150 kilotones, con un alcance de entre 800 a 1500 millas. Cuentan con un radar de búsqueda de superficie Sperry BPS-15A, un sonar activo/pasivo de búsqueda y ataque BQQ5A (V), un BQS-15 para corto alcance y operaciones en hielo, uno remolcado BQR-23/25 y otro pasivo remolcado TB-16D. Es propulsado por un reactor General Electric S6G, lo que le permite un desplazamiento full de más de 7000 toneladas. Su tripulación asciende a 110 personas.  FUENTE: ZonaMilitar

Por Agenda Malvinas