La negativa del gobernador de Tierra del Fuego Gustav Melella a mantener un encuentro con funcionarios y militares norteamericanos se debió a los ejercicios militares realizados por Estados Unidos junto a Gran Bretaña en las Islas Malvinas durante años anteriores.
En ese contexto, Javier Milei decidió viajar casi sin previo anunció a Tierra del Fuego para reunirse con Richardson y con el embajador norteamericano, Marc Stanley, en la sede del Área Naval Austral. El viaje fue errático y, por motivos que se desconocen, el avión tuvo que reabastecerse de combustible en Río Gallegos y el traslado demoró dos horas más de lo normal.
Acerca del intempestivo viaje, Milei argumentó que “nos informan del desplante del gobernador de Tierra del Fuego a la general Richardson, entonces, frente a ese desplante, dije; termino una nota con Bloomberg y me subo al avión y voy yo”. Sin embargo, vale remarcar que Melella había hecho público su rechazo a la visita de Richardson varios días antes.
“Yo la iba a ver el día que nos entregó el Hércules (donación de Estados Unidos), el día anterior, no la había podido ver porque estaba con dolor de columna”, se justificó el presidente, e insistió en que “frente al desplante del gobernador de Tierra del Fuego viajé y le di yo la recepción”.
“La general Richardson es general de cuatro estrellas -expuso Milei-. La máxima distinción que tiene el Gobierno de Estados Unidos es general de cinco estrellas, hay solamente seis en la historia y son los de la Segunda Guerra Mundial, esta mujer tiene cuatro; o sea no es que fue cualquier persona”.
“No es que vino a la Argentina cualquier persona, es la primer mujer en la historia del ejército de Estados Unidos que llega a ser general de cuatro estrellas, estamos hablando de alguien de una envergadura nada convencional”, mencionó el mandatario nacional.
A su vez, para dar contexto a lo que quiso representar en su accionar, explicó que “yo estoy alineado con los valores de occidente, los grandes emblemas son Estados Unidos, Israel y más atrás Europa”, y advirtió que “la batalla siempre es la misma, los que estamos a favor de la libertad y los colectivistas”.
