Un informe de ayer, del medio probritánico Mercopress; ha arrojado luz sobre los planes y proyecciones económicas de las empresas petroleras que operan ilegalmente en el yacimiento Sea Lion, situado en aguas de las Islas Malvinas bajo licencia británica.
Según los datos presentados por la israelí Navitas, el proyecto generará importantes ingresos y una notable demanda de infraestructura y mano de obra en el archipiélago.
Se estima que, en el pico de producción proyectado para el año 2032, la colonia británica implantada recibirá ingresos anuales de alrededor de 290 millones de libras, equivalentes a unos 390 millones de dólares. A lo largo de la vida útil del proyecto, las arcas del gobierno local podrían percibir unos 3.000 millones de libras, lo que se traduce en aproximadamente 4.030 millones de dólares, a través de impuestos y regalías.
En cuanto a la infraestructura y el personal, directivos de Navitas han indicado la necesidad de una expansión significativa. El proyecto contempla la construcción de un hotel con capacidad para 150 camas, así como 40 viviendas para el personal. Estimándose que para 2033, se requerirán entre 62 y 84 unidades habitacionales adicionales.
La operación también creará una cantidad considerable de empleos. Se anticipa la generación de 250 puestos de trabajo durante la etapa de desarrollo. Una vez que el proyecto entre en la fase de producción, se espera que la cifra se estabilice entre 170 y 180 empleos directos.
Finalmente, el informe señala que la empresa tiene previsto mitigar los impactos en la conectividad aérea mediante la contratación de vuelos chárter para movilizar a todo el personal involucrado, evitando así interferir con los vuelos comerciales existentes; asunto que anticipa una controversia con la Argentina, dado que en tal caso deberá conseguirse la autorización correspondiente para llevar adelante dicha operación.