EE.UU. se encamina a crear en Ushuaia una base para sus submarinos nucleares

Si algo les faltaba a las manifestaciones de EEUU por decidir extorsivamente por el desarrollo antártico argentino desde Ushuaia, ahora le suma su intención de poseer allí, una base para sus submarinos nucleares.

9 de mayo de 2025 09:15

La llegada de submarinos nucleares de EE.UU y la ampliación de sus capacidades militares en la zona tendrán un impacto profundo en contra de la defensa y la soberanía de Argentina.

La presencia de militares y funcionarios de EE. UU en Tierra del Fuego y el interés por dirigir la planificación y el destino de una Base Naval en Ushuaia no solo debe ser vista como la estrategia militar global de una potencia extranjera, sino principalmente; la pérdida definitiva del control y de la soberanía en un territorio geoestratégico del País suramericano.

Así, EE.UU., ya no solo ha logrado que Javier Milei los deje intervenir con libertad en el desarrollo antártico de la Argentina, que se proyecta en Ushuaia a través de una Base Naval Integrada (largamente anhelada por las tres Fuerzas de la Defensa Militar argentina); sino que ahora el gobierno norteamericano pretende tener en la ciudad capital de la Tierra del Fuego, un punto de abastecimiento y funcionamiento para sus submarinos nucleares.

Vale reiterarlo; se trata del principal socio y aliado de Gran Bretaña en los 192 años la usurpación de las Islas Malvinas. Quien decide desde la OTAN, el volumen de la capacidad y peligrosidad bélica de la Base Militar de Monte Agradable, en Isla Soledad. Quien ha realizado con las fuerzas británicas en 2021, ejercicios de guerra en el Atlántico Sur con el despliegue de los mismos submarinos nucleares con los que ahora pretenden operar en las aguas australes de la provincia de Tierra del Fuego.

La presión que ejerce Washington, a través de habilitar el arribo de grandes partidas de miles de millones de dólares para el sostenimiento de la impopular gestión de Javier Milei y el endeudamiento perpetuo con los que logran una efectiva dominación; se traducen como moneda de cambio la intromisión directa de su Comando Sur hoy dirigido por el Almirante Alvin Hosley.

De esta manera Estados Unidos de Norteamérica, está muy cerca de impedir militarmente que China y Rusia accedan a la zona austral y con ello, reducir sus relaciones políticas y comerciales en la región. Otro aspecto relevante, es el interés manifiesto públicamente por los recursos naturales, principalmente por el agua dulce, el petróleo, las tierras raras y la pesca; en el Atlántico Sudoccidental y en la Antártida.

La información difundida en las últimas 72 horas, no desmentida ni por Argentina ni los EEUU, indica que los planos para la construcción de la Base Naval Integrada con participación estadounidense, y dentro de ella un Polo Logístico, ya estarían listos.

La falta de fondos, producto de las limitaciones presupuestarias en un contexto de crisis económica, social y política de la Argentina de Milei, frena en parte la materialización del proyecto. Ahí nuevamente vendrá EE.UU. a prestar los dólares necesarios para plasmar las obras del proyecto antártico que luego conducirán; y endeudándonos para duplicar la presión del control.

La mera existencia de estos planes y del acuerdo técnico de cooperación ya implica una cesión de soberanía que atenta contra la integridad territorial y la historia de reclamo argentino por la soberanía de los territorios usurpados por el colonialismo británico.

La exjefa del Comando Sur, General Laura Richardson, en una entrevista pública, reconoció a comienzo de 2024; que EE.UU. busca tener presencia en la zona por su cercanía al continente blanco y por su valor geoestratégico. Ofreció detalles inquietantes: la intención de impedir que potencias rivales, particularmente China y Rusia, amplíen su influencia en la región y de dominar el acceso a los recursos naturales de la región.

Así, la presencia militar estadounidense, en particular mediante bases y operaciones navales en los territorios australes de la Argentina, configura un paso más para consolidar un control tecnológico y energético que tiene como fin último, no sólo la protección de intereses económicos; sino también la imposición de un orden político subordinado a Washington.

Históricamente, EE.UU. ha utilizado su influencia para imponer bases militares y “acuerdos” de apoyo logístico en diferentes partes del mundo, condicionando la soberanía de los países anfitriones.

Argentina no puede permitirse seguir entregando su territorio y su soberanía a intereses foráneos, en un escenario donde las amenazas trascienden lo militar y afectan directamente su integridad y su reivindicación soberana sobre Malvinas y territorios antárticos.

 

FUENTES:

TN

LA 17

 

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COMENTARIOS

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Petroman hace 54 segundos

Y cuál es el problema... seguramente, si me voy a aliar con alguien, ese alguien tiene que ser poderoso...y si ese poderoso tiene mucha plata, mejor que mejor...hay dos poderosos en esas condiciones USA y RUSIA...de Rusia olvídate ..que vengan los gringos...y de paso nos protegen de los siem0res envidiosos no vecinos chilenos

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