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Las mentiras del chino Liu, dueño del Tai An y el lapidario informe del INIDEP

El propietario del buque intentó limpiar su imagen en una entrevista en Clarín y dejó en claro su estrategia de presentar el caso como pesca incidental. Mintió y el informe del instituto es prueba contundente de las infracciones cometidas: pesca dirigida con red de arrastre dentro del área de protección de juveniles de merluza negra en seis oportunidades.

27 de marzo de 2024 10:32

En total, el INIDEP contabilizó un 175 toneladas de merluza negra en las bodegas del Tai An.

La descarga del buque Tai An tomó hasta las 6 de la mañana del 23 de marzo. Según los veedores, el porcentaje de juveniles sería superior al 55% estimado inicialmente. Todavía no lo confirmaron oficialmente, pero habrían encontrado cajas con ejemplares que fueron rotulados con talla comercial cuando eran juveniles, lo que constituye una infracción aduanera. En total, desde el INIDEP contabilizaron 175 toneladas de merluza negra y revelaron un dato que desarma completamente la estrategia de defensa propuesta por el empresario Liu Zhijiang: se utilizaron redes de arrastre para hacer pesca dirigida dentro del área de protección de juveniles de esta especie.

 

Liu Zhijiang salió a tratar de limpiar su imagen y encontró asilo en el diario Clarín, donde un periodista sin conocimiento cabal del tema recibió respuestas ridículas. No era la primera vez que se le daba la oportunidad de dar su versión: REVISTA PUERTO se lo ofreció desde un principio, pero no aceptó. En el matutino intenta mostrarse como un pobre hombre que pide ser escuchado: “Liu quiere responder a todo. Está agradecido de poder hacerlo. Necesita hacer su descargo” dice el cronista.

“No hay ningún desastre –señala–. Hicieron la inspección, la filmaron y filtraron esa foto de los juveniles para perjudicarme. No son juveniles lo que se pescó y esas toneladas son producto de algo incidental. Salió cuando recogimos la red porque estaba ahí. Nosotros no podemos saber lo que hay debajo del agua cuando echamos la red, el sonar no nos dice lo que vas a sacar”, le dijo Zhijiang al periodista Gonzalo Sánchez.

Sin necesidad de aclarar que las fotografías corresponden a la descarga del Tai An como los videos de la escena lo certifican, debe remarcarse en este caso que la presencia desmedida de juveniles fue registrada por los observadores a bordo y confirmada por el INIDEP a través de un informe elaborado por Patricia Martínez y Otto Wöhler, jefes del Programa de Especies Australes.

“Al agrupar las capturas de todos los lances de pesca realizados en el Área de Protección de Juveniles de Merluza Negra (APJMN) se pudo observar que el 55% de los ejemplares de merluza negra capturados fueron juveniles, menores a 82 centímetros de longitud total”, señala contundente el informe.

“Liu quiere explicar más. Aclara que de su última incursión regresó a puerto con 3.200 toneladas: 140 eran de merluza negra. O sea, que estaba dentro del porcentaje de by catch permitido, que es el cinco por ciento. El porcentaje de error es normal, casi que lo grita”, dice el periodista en otro pasaje. Debe aclararse que el límite de bycatch para esta especie es el 1,5% de la captura total o 5 toneladas, lo que sea menor. Con un 5% de bycatch, el pobre Liu está en flagrante violación a las normas vigentes.

“Yo te explico: fui a buscar merluza polaca, en la zona había merluza negra. No sé por qué: a lo mejor se casan, hacen fiestas, no sé qué hacía ahí la merluza negra. Tiré la red. Sacamos 70 toneladas”, le dice Liu y ante la consulta del periodista si no debía salir del lugar, responde: “Había una inspectora y no me dijo nada”.

Este pasaje de la entrevista no tiene desperdicio por varios motivos. Primero existe algo que se llama pesca responsable, esencial para garantizar la sustentabilidad de los recursos y la responsabilidad es del propietario del buque y del capitán.

En cuanto a la ridiculez que dice sobre la convivencia de las dos especies, es directamente una tomada de pelo. El buque Tai An no solo realizó seis lances en el área de protección de juveniles, sino que lo hizo con redes de arrastre que están terminantemente prohibidas en ese espacio. Si bien ya se sabía, lo certifica el informe del INIDEP.

 

“El análisis de la derrota del buque describe una operatoria particular, entró y salió de Área de Protección de Juveniles de Merluza Negra en forma repetida en varias oportunidades con un intervalo de 4/5 días. El Tai An ingresó a la veda los días 4,10,15,21 y 26 de febrero y 2 y 7 de marzo. En dichas oportunidades realizó lances de posiciones prácticamente idénticas en la cuadrícula 5462 y pescó volúmenes de merluza negra claramente superiores a las 5 toneladas permitidas como captura incidental”, señala el informe.

Dicho informe sigue aportando datos reveladores que dan por tierra con la estrategia de Zhijiang de captura incidental: “Las capturas dentro del área de protección se realizaron utilizando red de arrastre de fondo” y aclaran que tanto este tipo de arte como el palangre están prohibidas dentro del área de protección con profundidades menores de 800 metros El cuadrante en el que pescó en seis oportunidades tiene una profundidad de 450 metros.

“La obligatoriedad de respetar la profundidad y el tipo de red que se utiliza en el área de protección para juveniles se fundamente no solo en minimizar la presencia de individuos inmaduros en la captura, sino también en evitar la pesca incidental de merluza negra cuando el esfuerzo es dirigido hacia otras especies, como en el caso de la polaca. De haberse utilizado una red de tipo pelágica o semipelágica, con el objetivo de capturar merluza de cola o polaca, probablemente la captura de merluza negra hubiera sido ostensiblemente menor, ya que esta especie se encuentra, por lo general, mucho más cerca del fondo que las otras”, indican con más detalle.

Para terminar con este pasaje diremos que Zhijiang señala como responsable a la inspectora de pesca, que tiene poder de policía y puede dar a conocer la situación a las autoridades pesqueras, precintar el arte de pesca ilegal y ordenar el regreso a puerto. Pero cabe preguntarse si estaban dadas las condiciones para que la oficial lo hiciera, o solo podía tomar registro para una posterior utilización de la información en el sumario. Recordemos que ni el Subsecretario de Pesca se atrevió a hacer volver el barco a puerto, cuando tuvo en sus manos toda la evidencia. Cortar el hilo por lo más delgado resulta siempre muy conveniente.

 Zhijiang y su abogada María Eugenia Chiarvetto se defienden diciendo que están siendo atacados por las empresas denunciantes, las que considera competencia a pesar de no tener una cuota de merluza negra que lo ubique en esa categoría. En ese sentido dice que tenía cuota, pero se la sacaron, lo que no es correcto dado que era el barco el que tenía cuota, pero cuando lo compró su antiguo propietario no incluyó la cuota en la transacción.

“Me vienen persiguiendo. Estoy en todos los medios, me quieren joder. Yo quiero laburar”, dice Zhijian y agrega su abogada: “Hablar de pesca ilegal es un acto de discriminación” y se compadece de su defendido: Liu trabaja quince horas por día, no se merece ser lastimado así”.

El informe del INIDEP asegura que para el 10 de febrero el barco ya estaba en infracción por exceso de bycatch: “Sin embargo y a pesar de ello, continuó operando en el área e ingresando repetidas veces al APJMN, y siempre realizando lances de pesca en la misma locación, donde las capturas de merluza negra eran abundantes y superiores al límite permitido para la embarcación. Esta forma de operación del buque produjo finalmente, hasta su retiro del área mediado por la autoridad de aplicación, una captura de alrededor de 175 toneladas de la especie”.

Una vez concluida la fiscalización, comienza la etapa del sumario. La pena que podría caberle con la sumatoria de infracciones cometidas puede alcanzar los 300 mil UP (la UP equivale al valor del litro de combustible, mientras que el valor de la captura ilegal supera los cuatro millones de dólares), confiscación de mercadería, retención del barco en puerto por sesenta días y hasta la quita del permiso. La confiscación de la mercadería sería la primera vez que se aplica y de llegarse a la instancia de quita de permiso, por pescar de forma ilegal, también. Transformándose así en una sanción ejemplificadora que obligaría al resto de los actores de la pesca a manejarse, a partir de ahora, con sumo cuidado ante la captura incidental, fundamentalmente, de especies protegidas.

Fuente:

Revista Puerto

Por Agenda Malvinas

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