Fuentes cercanas a la delegación Buenos Aires de Tierra del Fuego, aseguran que el gobernador Gustavo Melella viene llevando adelante desde hace varios días, “dos negociaciones de alto nivel”; una con China y otra con Rusia. Con China, para poner en marcha “en el menor plazo posible”, la industrialización del gas de regalías de la provincia, a través de “una petroquímica”. Y por el otro, incorporar a la gigante rusa Gazprom, en una asociación con Terra Ignis (la petrolera estatal fueguina); para la recuperación de los yacimientos abandonados por YPF, y con ella desarrollar áreas o campos convencionales no explotadas en las zonas centro y norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego.
La decisión política como la acción ejecutiva del gobernador Melella que aún no ha tomado estado público; transita en el medio de una compleja situación internacional. Primero, como consecuencia de la creciente escalada militar de la guerra entre Rusia y la OTAN en territorio ucraniano y segundo; por las medidas arancelarias globales que Donald Trump comenzó a aplicar a la mayoría de los países del mundo el pasado 2 de abril; que tienen un piso del 10 por ciento en términos generales, hasta un 145 por ciento aplicado sobre las importaciones de productos chinos que arriban a los EEUU. Sumado a ello, el alineamiento incondicional e irracional de la gestión del presidente argentino Javier Milei a la política económica, financiara y expansionista de los EEUU de Trump.
Posiblemente toda esta negociación de la cual ya se comenzó a hablar en las últimas horas; tenga como articuladora, la relación que el gobierno de Melella siguió manteniendo con los estados miembros del grupo de los BRICS, perdurando más allá de la salida del político y económico internacional de países emergentes, decretada por Milei días después de asumir la conducción del País.
Como fuere; el proyecto para la industrialización de los hidrocarburos fueguinos de manera asociada o concesionada con empresas y tecnología china y rusa, no escapará a esas tensiones que tiene como actores a los principales bloques económicos y militares del planeta. Más aún, cuando el presidente Javier Milei ha hecho participe a los EEUU en el desarrollo antártico argentino que se proyecta en Ushuaia a través de la creación de una Base Naval Integrada; y que el propio Jefe del Comando Sur, el Almirante Alvin Holsey; hiciera público el deseo de poseer en la capital de Tierra del Fuego, una base de operaciones y abastecimiento de los submarinos nucleares posicionados, tanto en el Atlántico como en el Pacífico Sur.